Algunas habilidades para posibilitar que los demás actúen
Es fundamental que toda la gente de una organización se sienta partícipe de las decisiones que se toman en el seno de una compañía. Aquí, algunas claves para alinear a los empleados detrás de un objetivo.
Es evidente que sin responsabilidad y confianza, la gente no asume riesgos; que sin riesgos no hay cambios; y que sin cambios las organizaciones están condenadas a desaparecer.
Por tal motivo, se torna fundamental recordar que nadie da lo mejor de sí cuando se siente débil, incompetente o segregado; y la importancia de dotar de un sentido de pertenencia a aquellos de quienes se espera que produzcan resultados positivos.
En la organización de hoy, la cooperación no puede hallarse restringida a un pequeño grupo de seguidores, por el contrario, debe incluir a los pares, managers, accionistas, proveedores, clientes, ciudadanos y demás; en síntesis, a todo aquel que obtenga un potencial beneficio de la concreción de los objetivos estratégicos de la empresa. De hecho, cuando a la gente se le brinda discreción, autoridad e información, utilizarán esos recursos y aplicarán sus energías para producir resultados excelentes.
Los que dirigen -los líderes- son los que verdaderamente deben comprometer, de alguna manera, a todos aquellos que convivirán con los resultados, y son quienes pueden hacer posible que los demás realicen un buen trabajo. Algunas de las mejores estrategias para crear responsabilidad y otorgar poder a los integrantes de un equipo son las que los hacen sentir partícipes. Para ello, se torna vital la utilización del “nosotros”; aumentando las interacciones, creando nuevos espacios y momentos para realizarlas; enfatizando las ganancias, no las pérdidas; formando grupos de planificación y de resolución de problemas; asegurándose la delegación de tareas significativas; haciendo que los demás se sientan héroes y sin perder la oportunidad de reconocer los logros. Los empleados, felices.