
De pronto todo cambió. Lo que nos parecía imposible de hacer, como el uso permanente de la tecnología, se convirtió en el centro de nuestras vidas.
Nos encontramos encerrados en una burbuja personal sintiendo una sensación de tiempo, sin tiempo. Nada nos marca la organización del mismo solo el entorno, y las situaciones que van surgiendo diseñan los pasos del mismo, dentro de esa burbuja
Se mezclan los espacios, los lugares definidos anteriormente están totalmente diluidos y nos cuesta ver e identificar que función tienen cada uno. Vivimos en “no lugares” donde a veces son el espacio privado para trabajar y otras se convierte en el lugar para ver la TV y que los niños jueguen. Todo esto provoca un secuestro emocional, donde las emociones pierden su rumbo, generando conflictividad entre el home office y la familia. Todo está junto, nada se define, el estrés aumenta y la burbuja del aislamiento se vuelve peligrosa….
En estos momentos, el rol del líder para gestionar el efecto emocional del “Teletrabajo” se hace fundamental. Es importante minimizar los efectos negativos del trabajo “a distancia” o “en casa” sobre la salud física, mental y emocional de los colaboradores que, para cumplir con sus responsabilidades laborales en la realidad actual, están obligados a utilizar esta metodología en forma permanente.
Este es el momento para entender lo que requiere el liderazgo en tiempos de incertidumbre, cuando uno no puede estar con su equipo en persona.
Esta disrupción que estamos viviendo y que nunca antes habíamos visto, desafía a muchas organizaciones o a los equipos a re-pensar la manera en la que operan y rápidamente crear opciones de home office innovadoras..
Dentro de la burbuja, cuesta delinear espacios, es forzoso concentrarse, se pierde el foco.
Aportamos, desde nuestro rol de asesor o coach para momentos de incertidumbre, algunos tips para tener en cuenta y poder gestionar esta burbuja del aislamiento, con eficacia.
1. Comprensión. Entender la realidad de los colaboradores, su situación individual. Dedicarle tiempo para llamarlos y preguntarles cómo se sienten.
2 .Salud emocional. Mantener un buen estado anímico para poder dirigir a tus colaboradores. El estrés y la presión no ayudan a tener claridad sobre lo que sucede. Evitar el secuestro emocional a través de aprender a gestionar nuestras emociones.
3 Toma de decisiones. Es el mejor momento para realizar escenarios tanto optimistas y pesimistas, para elaborar estrategias combinadas para este momento y a futuro.
4 Home Office. Este cambio te permite evaluar la forma en la cual operabas.. Liderar a la distancia es lograr confiar en que tu equipo pueda ser responsable sin necesidad de una supervisión presencial
5 Aprendizaje. El efecto de aislamiento social conlleva estrés y ansiedad. Es un buen momento para ayudar a la ocupación productiva de tus colaboradores. Haz videoconferencias con ellos para darles clases y/o invítales a que ellos puedan compartir sus lecciones aprendidas.
6. Confianza .La situaciones de crisis son una oportunidad para crear un vínculo de confianza. Compensar la distancia social con una relación psicológica más cercana.