
Transitamos momentos de fragmentación, de un tiempo sin tiempo, de nuevas formas de lugares o no lugares. Se presentan procesos nuevos, a veces desconcertantes y otros interesantes.
Estos tiempos híbridos se deben en buena medida a la unión de las transformaciones tecnológicas y de la organización social que todo lo cambian.
Vivimos en una hibridación, a menudo abusiva y más medieval que moderna, de la vida profesional y la vida privada, en un entorno en el que la privacidad se ha roto casi por completo.
EL sociólogo Zygmunt Bauman es el autor del concepto «modernidad líquida» para definir el estado fluido y volátil de la actual sociedad, sin valores demasiado sólidos, en la que la incertidumbre por la vertiginosa rapidez de los cambios, ha debilitado los vínculos humanos.
En la sociedad líquida las realidades sólidas de antaño desaparecen para dar paso a lo precario en muchos órdenes de cosas. Lo duradero se convierte en transitorio, en efímero; la necesidad, en utilidad. Lo híbrido puede ser sólido. O acabar licuándose.
Se asocia el calificativo” líquido” con el devenir de la incertidumbre, insatisfacción y confusión que implantan.
Lo líquido se torna híbrido y así las dimensiones del tiempo se entrecruzan en un lento pero cadencioso vaivén que va de la modernidad líquida a la prehistoria sólida.
Los tiempos híbridos no son tiempos sencillos, sino tiempos complejos de fragmentación y luego de recomposiciones bajo nuevas formas que no reconocemos o no entendemos.
Se muestra en primer lugar las consecuencias que ha tenido el paso de la modernidad sólida a la líquida para la configuración del tiempo.
Pero ahora, en la actualidad, esos tiempos se han conformado en híbridos y exigen del liderazgo, que logre una nueva forma de gestión.
El tiempo, el espacio, han cambiado y tenemos que ser flexibles para adaptarnos o para decidir qué adoptamos y qué no.
Nos preguntamos entonces ¿cómo trabajar con nuestros equipos híbridos? una parte remota, otra presencial, sin tiempo fijo ni lugar determinado
Lo fundamental es empoderar a nuestros colaboradores, allí encontraremos la confianza, el respeto, el compromiso para poder avanzar en estos tiempos
No importa desde que lugar nos hablan, sabemos que pertenecen, a la institución/empresa/organización y que se sienten comprometidos.
Debemos dejar atrás el control de épocas anteriores para poder confiar en ellos en lo que delegamos.
Es importante también armar equipos multidisciplinarios que nos enriquezcan aún más y comprender que un entorno de trabajo híbrido, en el que existe distancia física entre los miembros, debe regirse por la confianza entre colaboradores y el correcto desempeño de las funciones de cada uno. Comencemos a transitar este camino….